Eres la visita número

jueves, 10 de junio de 2010

EL ABC DE LOS PRIMEROS AUXILIOS

- Para entender mejor el por qué es necesaria una determinada maniobra asistencial ante un enfermo o lesionado, es necesario tener un buen conocimiento de la compleja maquinaria denominada cuerpo humano que, como máquina que es, está compuesta de diferentes órganos, sistemas y aparatos.Conociendo convenientemente su funcionamiento, nos ayudará a comprender el sistema de "reparación" que utilizaremos o la forma de tratar, movilizar o transportar a un lesionado.En esta guía de Primeros Auxilios se estudian con sencillez sólo los sistemas vitales (consciencia, respiración y circulación) con unas nociones básicas sobre traumatismos y otras lesiones que afectan al cuerpo humano. Además se estudia el manejo de heridos y lesionados. Conocimientos suficientes para conseguir el objetivo: procurar no agravar el estado de la persona enferma o lesionada hasta que los equipos asistenciales completen nuestra labor.Estos conocimientos bien asimilados son la base del siguiente escalón: el Socorrismo, donde estas personas, los socorristas, aprenden otras técnicas más amplias encaminadas a procurar mantener con vida a la persona afectada hasta que un facultativo complete la labor. No obstante, en este manual, pese a su sencillez, se han incluido, de modo elemental, técnicas y pautas de los socorristas ya que va dedicado a personas y colectivos que por su trabajo o cometido, seguramente, serán los primeros en entrar en contacto con las posibles víctimas.Además, para la ordenación y estudio de los temas, hemos aplicado la teoría de que las labores se realizan en el mismo orden en que se aprendieron. Esta es la razón por la cual no nos cansaremos de repetir una y otra vez que siempre ha de evaluarse la consciencia, la respiración y el pulso o la circulación (con control de las hemorragias agudas) en este orden, ya que la más importante de las funciones vitales es la oxigenación de las células, sobre todo las del encéfalo, mediante la respiración y la circulación de la sangre, cuya técnica sustitutoria, en caso de fallo de estos sistemas naturales, es la reanimación (pulmonar, cardíaca o cardiopulmonar).Por tanto, las distintas etapas del socorrismo deben estar basadas en la aplicación de las diversas técnicas de resucitación.